jueves, 20 de septiembre de 2007
Sheikh Assad acompaña a Osama
Muchos de ustedes es posible que no estén familiarizados con los nombres de estos Sheiks, Jeque, Ulemas, Mullah, Imanes, Doctores...etc es normal y comprensible que así sea.
Hasta el 11-S, muy pocos conocían la existencia de Osama Bin Laden, mucho menos al Jeque ciego, mullah Omar el Dr. Al-Zawahiri o el artífice y autentico líder de la Jihad Internacional Al-Mekkawi al-masri, otros lo teníamos olvidado y esperando que despertará “ EL DESPECHO del integrismo wahabita impulsado y amamantado por EEUU.
A mediados de los 90 el Jeque Salman Al-Oudah, entre otros, convenció a varios líderes sirios y egipcios de la Hermandad Musulmana exiliados en Europa de la necesidad de una declaración de guerra total a EEUU y los aliados “cruzados”,dicho y hecho, una fatwa del mullah Omar abrió las puertas a Osama, ahora ha cambiado la “ postura...“ por recomendación del otro impulsor saudita del terrorismo jihadista, ahora indispensable en la alianza con EEUU.
En aquellas fechas no era difícil contactar con los líderes en, las oficinas del MAK que tenían abiertas en Pasawar, allí se centraba la recogida del zakat de los grandes amigos de Bin Laden, entre ellos los del Golfo Pérsico, es curioso como cambian las “cosas”...ahora lo persiguen y en aquel entonces solo se podía llegar a Afganistán en los aviones privados de emires de Los Emiratos Árabes Unidos y de la familia Al-Saud.
Si bin Laden tiene ganas de recuperar Alandalus....solo en sueños...los emires del Golfo ya la han conquistado con los petrodólares. Me gustaría preguntarle a cierto Emir...que pasa más tiempo en España que en su “puesto” del Palacio frente a la palmera artificial...¿ Que fue de aquellas presuntas conversaciones de caballos y Alandalus en la línea ...de Waziristán con Baitullah Mahsud que, juró obediencia al Mullah Mohammad Omar, máximo líder espiritual de los talibanes y Osama
bin Laden?.
No descartó hacérsela en las llanuras de la Mancha o en Extremadura....mientras galopa con sus bellísimos caballos de pura raza que son cuidados con esmero y delicadeza hasta límites insospechados, ningún caballo bebe o se lava con agua que no sea mineral, realmente lo merecen ejemplares tan bellos.