(IAR Noticias) 28-Octubre-09
Con 55 soldados invasores muertos, octubre se convirtió en el mes más mortífero para las tropas de EEUU en los ocho años que lleva la guerra de ocupación en ese país asiático, mientras la administración Obama analiza si envía o no más tropas a esa convulsionada región. Al mismo tiempo, un funcionario del Departamento de Estado con responsabilidades en Afganistán renunció a su cargo en protesta contra la ocupación militar, según el diario The Washington Post.
Informe IAR Noticias/
Mientras el presidente Barack Obama dice estar buscando la "estrategia adecuada" en Afganistán, octubre se ha convertido ya en el mes con mayor número de muertos estadounidenses en una guerra que --según la prensa norteamericana-- cada día pierde sentido y parece más difícil de ganar.
Ocho soldados estadounidenses perdieron la vida el martes en dos diferentes incidentes mientras patrullaban en el sur de Afganistán. Según la descripción de los portavoces militares, fueron víctimas de un ataque con bombas "múltiple y complejo".
Según el parte del alto mando estadounidense, las muertes ocurrieron durante una ofensiva dinamitera "múltiple y compleja" con bombas de fabricación casera, y los heridos fueron evacuados a un hospital de campaña cercano.
El capitán Adam Weece, vocero de las fuerzas estadounidenses en el sur del país, dijo que ambos ataques ocurrieron en la provincia de Kandahar. En Washington, un funcionario de defensa, que pidió el anonimato por no estar autorizado a dar datos, dijo que uno de los ataques fue seguido de un intenso tiroteo con los rebeldes.
Sólo un día antes, otros 14 estadounidenses, entre ellos tres agentes de la DEA, murieron en dos accidentes de helicóptero. Son, por tanto, 22 bajas mortales en 48 horas, lo que eleva la cifra en lo que va del mes a 55, el récord desde el comienzo de la ocupación militar, hace ya ocho años.
Es todavía inferior a la marca de 137 muertos en un mes que se alcanzó en Irak en 2004, pero es la prueba inequívoca de que la situación en Afganistán, como Irak en aquel momento, va a la deriva.
No sólo por el número de bajas, sino también por la propia duración de la guerra de ocupación militar, que supera a la Segunda Guerra Mundial, y por los signos de desánimo que reina entre los funcionarios y las tropas de ocupación.
El martes renunció un alto responsable civil en Afganistán, el funcionario del Departamento de Estado norteamericano Matthew Hoh, después de confesar por escrito que había "dejado de creer en la misión", según The Washington Post.
Todos estos acontecimientos no parecen --según el Post-- modificar los planes de Obama, quien dice que se tomará el tiempo que sea necesario para decidir la mejor estrategia posible para Afganistán. "No me voy a precipitar", dijo el lunes ante una unidad de marinos en Jacksonville.
Esa "prudencia" está siendo interpretada como indecisión por la oposición republicana que lo tilda de "incapaz" para resolver los frentes externos de conflicto militar.
El principal crítico republicano, el ex vicepresidente Dick Cheney, acusó a Obama de estar poniendo en peligro a las tropas sobre el terreno al no responder positivamente a la petición del comandante de la operación, el general Stanley McChrystal, de enviar un refuerzo de al menos 40.000 soldados.
Algunos asesores del presidente y varias figuras demócratas influyentes se oponen al envío de tropas. El senador John Kerry, que jugó recientemente un papel mediador esencial para convencer al presidente afgano, Hamid Karzai, de que aceptara una segunda vuelta electoral, se encuentra entre los que se oponen a McChrystal.
"El despliegue de más tropas no servirá para mejorar de forma significativa la situación si no se mejora antes en la capacidad de gobierno de las autoridades afganas", señaló el ex candidato presidencial demócrata.
Por su parte, el funcionario Matthew Hoh, que fue capitán de la Infantería de Marina con experiencia de combate en Irak, y quien hasta ahora prestaba servicios en el Departamento de Estado con responsabilidades en Afganistán, se convirtió en el primer miembro del gobierno de Obama que renuncia en protesta contra la guerra.
"Ya no entiendo ni tengo confianza en los propósitos estratégicos de la presencia de EEUU en Afganistán", escribió Hoh, de 36 años, en una carta al jefe de Personal del Departamento de Estado, reveló ayer The Washington Post.
"Tengo dudas y reservas acerca de nuestra estrategia reciente y de nuestra estrategia planificada para el futuro, pero mi renuncia se sustenta no en la forma en que conducimos esta guerra, sino en por qué y con qué fin", agregó.
Obama dijo el lunes que no aspira a la "decisión solemne" de enviar más soldados a Afganistán, mientras examina el paso a seguir en esta guerra de ocupación que se ha complicado en los últimos meses.
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