Foto diariovasco
Los falsos demócratas y sus leyes a la medida de los discriminadores, se llenan la boca de lucha y guerras infinitas para liberar a las mujeres de otros países cuando lo que tenían que hacer es empezar por su casa.
El Partido Popular que tanto se llena de razones para justificar lo injustificable debería empezar a limpiar las cloacas que lo sustentan.
La corona de España es la primera en discriminar a la mujer y para ello se dicta una Ley a su gusto y norma, retorciéndola hasta que quede a su total agrado. Un rey que no ha jurado esa manoseada traída y llevada Constitución a la carta nos deja la herencia del más puro machismo, igualándolo con “sus hermanos del petrodólar”, la primogénita a "las revistas de prensa basura” y la periodista al trono, ésta la igualdad del no juramentado.
España y su Santa Inquisición es venerada por los dictadores del sometimiento a la mujer desde los púlpitos televisivos de un delincuente ex presidiario, chantajista y colaborador necesario de los inquisidores.
Estos falsos demócratas se mantienen en el poder por que hay muy pocas mujeres capaces de desafiarlos. El 90% de las mujeres españolas siguen sometidas y no despiertan por que están acomplejadas, sí, por complejo guardan silencio. Este porcentaje de mujeres de accidente son incultas, todo su esfuerzo lo dedican a las torturas de la moda y los quirófanos sin darse cuenta que una mujer deja de ser joven a los 25 años. El complejo les acompaña y son presa fácil de los inquisidores.
Una mujer fuerte sin miedo al hombre es una mujer odiada a partes iguales por hombres y mujerucas, los dos la envidian por que les muestra la cara más cruda y amarga de su realidad y la cobardía cómplice que les une a maltratada y maltratador.
Me siento muy orgullosa de haber tenido un padre muy valiente que me educó y trasmitió la fuerza vikinga que corría por sus venas.
Cada uno tiene lo que se merece.
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