Traición y el inicio de la caída
Sobre las tres horas de la tarde del viernes, y sin previo aviso, en medio de las filas de los militantes de la oposición estalló una noticia repentina: “Los combatientes de Hezbolá entraron a Yabrood”. La noticia causó incertidumbre, al mismo tiempo se difundió rumores sobre “traición” de un batallón del llamado “Ejército Libre”, que se retiró desde el punto fijado alrededor del Hospital Nacional de Yabrud , el lugar de donde ocurrió el asalto. Esto coincidió con la muerte de un jefe militar del “Frente al-Nusra” en Qalamún, Abu Azzam al-Kuwaití, junto a cuatro líderes del grupo en una zona lejos de los frentes de confrontación. Todo esto se asoció con la propagación de una noticia que afirmaba que “algunas de las figuras claves en los batallones del Ejército Libre son chivatos del Gobierno Sirio, y que ellos mataron a los cinco líderes de Al-Nusra”.
Paralelamente, un gran número de milicianos abandonaron sus posiciones en Yabrud y se retiraron hacia la localidad de Rankus, sobre todo los afiliados a los grupos “Ejército del Islam” y "Brigada Qadisiyah”, debido a que estaban convencidos de que es imposible persistir contra Hezbolá en una guerra de guerrilla, ya que el plan consistía en mantener una distancia de dos a tres kilómetros, como línea defensiva, que permitiera utilizar los misiles contra los tanques del Ejército e impidiera su avance hacia la ciudad, así evitarían una confrontación directa.
A pesar de que los milicianos presumían de ser “guerrilleros más feroces que los de Hezbolá”, justificaban su “retirada” por la imposibilidad de resistir ante Hezbolá en una confrontación de “guerrillas” debido a que (Hezbolá) dispone de “cohetes volcán” capaces de destruir edificios enteros, lo que elimina la probabilidad de un refugio para combatir. Durante ese tiempo, activistas de la oposición en las redes sociales intercambiaban mensajes sobre el “derrumbamiento moral” entre las filas de la oposición antes de la caída de Yabrud.
Los armados sumaban diez mil
Pese a que miles de milicianos armados se encontraban dentro de Yabrud y en su periferia, la mayoría huyó antes de la batalla en dirección a Flitah (oeste) y Rankus (sur). Sólo unos centenares pertenecientes a los grupos “Frente al-Nusra”, “Brigada Verde” y un tercer grupo se quedaron en el campo de batalla.
“Los que llevan armas superan los diez mil, pero los que combaten no alcanzan los quinientos”, comentó uno de los jefes militares al ser preguntado por el número de los milicianos en Qalamún.
Los miembros del llamado “Ejército Libre” fueron los primeros en salir, mientras algunos grupúsculos de Al-Nusra lucharon hasta la muerte, agregó.
Corredores secretos y la infiltración
El diario libanés “Al-Akhbar” reveló el “plan de ataque” realizado por el Ejército Sirio, en cooperación con Hezbolá, que interrumpió las fortalezas de los milicianos atrincherados en Yabrud. Las fuentes del diario revelan que el primer ataque fue lanzado desde las granjas de Rima hacia la entrada oriental de Yabrud, y logró destruir los puntos de refuerzo a los milicianos.
El éxito de este avance ha sido reforzado por el elemento sorpresa, dado que los milicianos de la oposición preveían que el ataque se haría por el frente de Sohl-Flitah (norte), pero sus previsiones no acertaron. El avance siguió desde la colina Al-Aqba en dirección al club deportivo y el hospital de campaña. La información señala que los tanques del Ejército Sirio jugaron un papel clave en la destrucción de las defensas de los milicianos armados, y revela que el ataque se llevó a cabo de la siguiente manera:
Comandos formados por reducido número de hombres (de 4 a 7) se acercaron hasta las colinas que dominan Yabrud equipados con francotiradoras y visores nocturnos. La misión de estos comandos consistía en paralizar los equipos de refuerzo en el campamento de los armados. Los tanques avanzaron de noche para evitar los misiles Alkornett y Concourse, y se apostaron en las colinas para destruir puntos determinados dentro de la ciudad, el proceso se efectuó bajo cortina de intenso fuego.
Transformar las colinas en base de fuego
Mientras tanto, las excavadoras llegaron a abrir corredores y crear terraplenes para el paso de los tanques a su objetivo. Bajo cubertura de fuego por fuerzas de élite que lograron mantener violentos enfrentamientos en las afueras de la ciudad, los tanques pudieron llegar hasta la entrada de Yabrud, también abrió pasillos a cada una de las colinas de Kuwaití, qatarí y la de mar Maron, que dominan directamente la ciudad de Yabrud. Luego con la ayuda de artillería pesada los aviones descargaron decenas de “barriles explosivos”. Los milicianos carentes de profesionalidad no contaban con una línea de defensa alternativa, se sentían cercados ybse desmoralizaron.
La fuga entre Rankous, Flita y Arsal
Sobre el impacto de los enfrentamientos, sucesivamente, cientos de milicianos se retiraban de Yabrud. Las primeras horas de la madrugada del domingo marcaban el “Gran hundimiento” entre las filas de los milicianos, pero eso no significaba el fin de los enfrentamientos que continuaron esporádicos en algunos barrios de la ciudad. El proceso de retirada ocurrió en direcciones diferentes. Una gran parte de los milicianos huyeron hacia los pueblos de Ras al- Ain, que alberga la sede de Al-Nusra en Qalamún, y Rankus. Otros grupos huyeron hacia Flita y Ras Al Maara, dos localidades cercanas a la ciudad de Arsal en Líbano. Mientras otros han continuado su marcha hasta entrar en territorio libanés, llevando consigo un gran número de heridos.
No se sabe el número de personas que murieron durante los enfrentamientos, no se han registrado números específicos. Pero algunas fuentes revelan que el número de combatientes pertenecientes a Hezbolá, que perdieron la vida desde el inicio de la batalla de Qalamún, hace un mes, no supera los cuarenta mártires. Por otro lado, los armados de la oposición perdieron unos 400 milicianos. Otras fuentes elevan el número de muertos a 600 desde el comienzo de la batalla.
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