El Parlamento iraquí pedirá próximamente a la ONU que condene la política de Arabia Saudí e imponga sanciones contra ese país por apoyar el terrorismo en Iraq, en Siria y en todo el mundo, declaró el miércoles a RIA Novosti un representante de la coalición mayoritaria en el Parlamento de Iraq, Kazim al Shamri.
“Arabia Saudí representa, con su política exterior, una amenaza para la seguridad internacional al apoyar a grupos terroristas que actúan en Oriente Medio y más allá. La ONU debe reaccionar ante esa situación e imponer contra el reino sanciones análogas, por ejemplo, a las que sufrió Iraq durante los años en que Saddam estuvo en el poder”.
“Arabia Saudí y Qatar ayudan a todos los grupos terroristas a enviar a sus hombres a Siria y les proporcionan dinero y armas. La situación en Siria repercute directamente en toda la región, incluyendo en Iraq, donde los mismos terroristas perpetran atentados”, subrayó el diputado.
Esta opinión es compartida por Muaffak al Rubai, antiguo consejo de seguridad nacional de Iraq, que dijo que Arabia Saudí es uno de los mayores promotores del terrorismo a nivel internacional y en el propio Iraq.
Al Rubai dijo que los líderes de los grupos terroristas que operan en Iraq han venido al país procedentes de estados extranjeros, como Arabia Saudí y Yemen, y señaló que Bagdad ha logrado identificarlos.
Rechazo a invitación de Abdulá
“Arabia Saudí representa, con su política exterior, una amenaza para la seguridad internacional al apoyar a grupos terroristas que actúan en Oriente Medio y más allá. La ONU debe reaccionar ante esa situación e imponer contra el reino sanciones análogas, por ejemplo, a las que sufrió Iraq durante los años en que Saddam estuvo en el poder”.
“Arabia Saudí y Qatar ayudan a todos los grupos terroristas a enviar a sus hombres a Siria y les proporcionan dinero y armas. La situación en Siria repercute directamente en toda la región, incluyendo en Iraq, donde los mismos terroristas perpetran atentados”, subrayó el diputado.
Esta opinión es compartida por Muaffak al Rubai, antiguo consejo de seguridad nacional de Iraq, que dijo que Arabia Saudí es uno de los mayores promotores del terrorismo a nivel internacional y en el propio Iraq.
Al Rubai dijo que los líderes de los grupos terroristas que operan en Iraq han venido al país procedentes de estados extranjeros, como Arabia Saudí y Yemen, y señaló que Bagdad ha logrado identificarlos.
Rechazo a invitación de Abdulá
El experto iraquí añadió que más de 1.000 jefes tribales iraquíes han rechazado recientemente una invitación del rey saudí Abdulá para acudir a un encuentro en Riad y describió tal invitación como una injerencia en los asuntos internos de Iraq.
Por su parte, Saad al Muttalibi, un responsable del partido Estado de Derecho, liderado por el primer ministro Nuri al Maliki, declaró que algunos estados como Arabia Saudí, Qatar y Turquía han estado apoyando a determinadas facciones políticas de Iraq animándolas para que socaven la credibilidad del gobierno iraquí antes de las elecciones.
El plan sería el de culpar al gobierno iraquí de incapacidad para detener la ola de atentados que ha causado la muerte a 4.000 iraquíes en lo que va de año y que son perpetrados por grupos pro-Al Qaida respaldados por la propia Arabia Saudí. Sin embargo, él señaló que el pueblo iraquí es consciente de este complot y “los esfuerzos del régimen saudí fracasarán como ya sucedió en las anteriores elecciones”.
Recientemente, fue publicado un memorando secreto de Christopher Hill, antiguo embajador estadounidense en Iraq, que fue enviado al Departamento de Estado en septiembre de 2009. En él, Hill señalaba que “Arabia Saudí constituye el mayor desafío y un problema complejo en relación a los políticos iraquíes que están intentando formar un gobierno estable e independiente”.
Hill añadió que “las fuentes de inteligencia (norteamericanas) sostienen que Arabia Saudí está buscando desestabilizar al gobierno de Maliki.”
Una guerra sectaria
El experto iraquí Zaid al Isa señaló, por su parte, en una entrevista con Press TV que el régimen de Arabia Saudí busca promover una guerra sectaria en Oriente Medio, particularmente en Siria e Iraq, dada su desesperada necesidad de salvarse él mismo y mejorar la estabilidad interna.
“Arabia Saudí está intentando provocar una guerra sectaria entre sunníes y shiíes en Iraq, en Siria y más recientemente en el Líbano con el fin de proporcionar una distracción a su pueblo y acabar con sus protestas internas”, dijo Al Isa..
Él añadió que el régimen saudí ha intentado crear en las pasadas décadas la imagen de que era “el defensor y el guardián del Islam sunní”. “Sin embargo, ahora el pueblo saudí a descubierto la falsedad de este mito y ha visto cómo el régimen saudí apoyaba a los regímenes dictatoriales laicos en Egipto, Túnez y Yemen”, añadió.
Al Isa recordó que el régimen saudí se adhiere a la ideología wahabí y salafista e intenta distraer a la población intentando presentar a los shiíes y a la República Islámica de Irán como una “amenaza existencial”. “Eso es por lo que el gobierno saudí ha incrementado la retórica sectaria y ha alimentado las tensiones sectarias en Iraq, apoyando las protestas y el terrorismo”.
Él añadió que los intentos saudíes de crear un ambiente sectario han generado un clima propicio para el reclutamiento de nuevos miembros por parte de los grupos terroristas vinculados a Al Qaida, que buscan también establecer santuarios seguros en Iraq con el fin de utilizarlos para sus operaciones de desestabilización en ese país y en la vecina Siria.
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Por su parte, Saad al Muttalibi, un responsable del partido Estado de Derecho, liderado por el primer ministro Nuri al Maliki, declaró que algunos estados como Arabia Saudí, Qatar y Turquía han estado apoyando a determinadas facciones políticas de Iraq animándolas para que socaven la credibilidad del gobierno iraquí antes de las elecciones.
El plan sería el de culpar al gobierno iraquí de incapacidad para detener la ola de atentados que ha causado la muerte a 4.000 iraquíes en lo que va de año y que son perpetrados por grupos pro-Al Qaida respaldados por la propia Arabia Saudí. Sin embargo, él señaló que el pueblo iraquí es consciente de este complot y “los esfuerzos del régimen saudí fracasarán como ya sucedió en las anteriores elecciones”.
Recientemente, fue publicado un memorando secreto de Christopher Hill, antiguo embajador estadounidense en Iraq, que fue enviado al Departamento de Estado en septiembre de 2009. En él, Hill señalaba que “Arabia Saudí constituye el mayor desafío y un problema complejo en relación a los políticos iraquíes que están intentando formar un gobierno estable e independiente”.
Hill añadió que “las fuentes de inteligencia (norteamericanas) sostienen que Arabia Saudí está buscando desestabilizar al gobierno de Maliki.”
Una guerra sectaria
El experto iraquí Zaid al Isa señaló, por su parte, en una entrevista con Press TV que el régimen de Arabia Saudí busca promover una guerra sectaria en Oriente Medio, particularmente en Siria e Iraq, dada su desesperada necesidad de salvarse él mismo y mejorar la estabilidad interna.
“Arabia Saudí está intentando provocar una guerra sectaria entre sunníes y shiíes en Iraq, en Siria y más recientemente en el Líbano con el fin de proporcionar una distracción a su pueblo y acabar con sus protestas internas”, dijo Al Isa..
Él añadió que el régimen saudí ha intentado crear en las pasadas décadas la imagen de que era “el defensor y el guardián del Islam sunní”. “Sin embargo, ahora el pueblo saudí a descubierto la falsedad de este mito y ha visto cómo el régimen saudí apoyaba a los regímenes dictatoriales laicos en Egipto, Túnez y Yemen”, añadió.
Al Isa recordó que el régimen saudí se adhiere a la ideología wahabí y salafista e intenta distraer a la población intentando presentar a los shiíes y a la República Islámica de Irán como una “amenaza existencial”. “Eso es por lo que el gobierno saudí ha incrementado la retórica sectaria y ha alimentado las tensiones sectarias en Iraq, apoyando las protestas y el terrorismo”.
Él añadió que los intentos saudíes de crear un ambiente sectario han generado un clima propicio para el reclutamiento de nuevos miembros por parte de los grupos terroristas vinculados a Al Qaida, que buscan también establecer santuarios seguros en Iraq con el fin de utilizarlos para sus operaciones de desestabilización en ese país y en la vecina Siria.
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NOTA:
Bandar bin Sultan LIDER MÁXIMO de Al-QAEDA CENTRAL
Líderes religiosos de Al-Qaeda
Foto: Abna Al Qaradawi
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