Yusuf Fernandez
El 20 de enero, la televisión estatal siria informó que el Ejército del país había limpiado el área de Al Midan de la capital de grupos armados. Las fuerzas gubernamentales sirias tomaron el control de la mayor parte de los barrios de la zona tras fuertes enfrentamientos con bandas armadas. Las fuerzas gubernamentales confiscaron munición y vehículos equipados con ametralladoras a la oposición armada.
Aunque algunas agencias occidentales, como Reuters, se hicieron eco de la propaganda del Ejército Sirio Libre (ESL), que hablaba de un “inexorable” avance rebelde dentro de Damasco, lo que parecía especialmente inexorable el día 20 de Julio era la destrucción de los grupos infiltrados en la capital. La televisión siria publicó un video que mostraba los cuerpos de los combatientes del ESL en el área de Qabun, asegurando que muchos de ellos eran “terroristas de otros países árabes”
Un informe de la televisión siria, que mostró soldados en el subdistrito de Al Zahra, en Al Midan, dijo que el Ejército había declarado el área segura y había pedido a los residentes que volvieran a casa. En este sentido, la rápida y fácil victoria de las fuerzas sirias en Damasco sirvió obviamente para tranquilizar a la población y a los aliados de Assad. Aparentemente, los miles de rebeldes que entraron en la ciudad fueron incapaces de tomarla, pero pudieron crear inseguridad y ocupar los titulares de los medios.
Los soldados mostraron su optimismo después de la toma de Al Midan. Uno de ellos dijo que el asesinato del ministro de Defensa y otros responsables el miércoles les había dado más coraje y que él y sus camaradas destruirían a todos aquellos que habían causado daño al país. Otro dijo: “Esta tierra está prohibida para cualquier mano extranjera que quiera traernos el mal. Dicha mano será cortada sin misericordia”. Otro soldado añadió: “Esto es Siria. ¡Abajo Qatar!”.
Y otro más: “Estamos aquí para defender nuestra tierra y a nuestro pueblo. Nos sacrificaremos por Siria. Ésta es la tierra de Al Midan. Sólo el Ejército Árabe Sirio tiene derecho a estar aquí. Esta tierra es nuestra y somos nosotros los que la controlamos.”
Los choques del jueves
Durante la noche del jueves y las primeras horas del viernes no hubo grandes explosiones como en los días anteriores. Estas explosiones alarmaron a los residentes, algunos de los cuales comenzaron a trasladarse a barrios más seguros y otros prefirieron abandonar el país, según diversas informaciones.
La corresponsal del sitio de noticias ruso en inglés Russia Today, Maria Finoshina, escribió que los enfrentamientos del sábado fueron “los peores que ella había visto en semanas”. Columnas de humo negro ascendieron en el horizonte y los sonidos de disparos podían ser oídos regularmente.
Maria Finoshina añadió que a pesar de esto y del clima general de tensión, la vida continuaba como ni nada estuviera ocurriendo en muchos barrios, que no se habían visto afectados por la lucha, en especial durante el día. “La gente todavía frecuenta los cafés y muchas tiendas continúan abiertas,” señaló.
La lucha en otras partes de Siria
Al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad sirias volvieron a recuperar varias áreas clave en todo el país de manos de los rebeldes armados. Incluso un periódico como el francés conservador Le Figaro tuvo que reconocer que el gobierno y su ejército había logrado éxitos contra los rebeldes: “Sus tropas (las de Bashar) aplastaron a los rebeldes en Duma, cerca de Damasco, bombardeada por primera vez el jueves, y en un distrito de la capital, Kfar Susseh, y lanzaron al mismo tiempo una ofensiva mortal contra Al Treimseh, matando a más de un centenar de insurgentes.
Las fuerzas armadas también recuperaron el control del área de Silqin, en Iblib, y recapturaron el área de Al Bukamal, cerca de la frontera iraquí, así como Bal al Hawa, una ciudad cercana a la frontera turca.
El atentado terrorista
El día anterior, las noticias estuvieron dominadas por el ataque terrorista que causó la muerte al ministro de Defensa, general Daud Rayha, y al cuñado de Bashar al Assad, Assif Shaukat, e hirió gravemente al ministro del Interior, Mohammmad Ibrahim al Shaar y a otros responsables gubernamentales. Según el ministro sirio de Información, Omran Zoebi, “el ataque terrorista fue perpetrado por los servicios de inteligencia de los países enemigos de Siria.” “Todos los países que envían dinero y armas a los grupos terroristas tienen una responsabilidad por lo que ocurrió en Damasco,” dijo el ministro en una entrevista con la televisión siria, en la que añadió que el ataque era “el último capítulo de la conspiración norteamericano-israelí contra Siria”.
El atentado fue rápidamente utilizado por los medios de comunicación anti-sirios (Al Yazira, Al Arabiyya) para incrementar su campaña de desinformación. Ellos afirmaron, por ejemplo, que el vicepresidente sirio, Faruk al Shara, había desertado -Él concedió una entrevista a la ANB para negarlo en persona-. Hubo también noticias en Al Yazira acerca de unas supuestas explosiones en la sede de la Cuarta División del Ejército sirio, liderada por el hermano del presidente, general Maher al Assad, lo que también resultó ser falso.
Su mensaje era claro. Assad no controlaba la situación sobre el terreno y el régimen caería en algunos días e incluso en horas. La Administración estadounidense se hizo eco de estas afirmaciones, asegurando que “está claro que el presidente Assad está perdiendo el control de Siria”.
Los medios israelíes también expresaron su satisfacción. El corresponsal del canal de televisión árabe Al Mayadin y director de la agencia palestina de noticias Maan en la Cisjordania ocupada, Nasser Lahham, informó que la televisión israelí había anunciado la información sobre el criminal atentado contra los responsables sirios con regocijo y especuló acerca de la inminente caída del presidente sirio.
El presidente israelí Shimon Peres no pudo tampoco ocultar su alegría. “Tras el final del régimen de Assad queremos mantener las buenas relaciones con Siria,” afirmó. Un gabinete reducido fue incluso convocado de forma urgente para tratar el tema.
Mientras tanto, el Consejo Nacional Sirio (CNS), la coalición opositora apoyada por Occidente y las monarquías del Golfo (e implícitamente por la entidad sionista), afirmó que los próximos días serían “decisivos” e hizo un llamamiento a los sirios a que “se preparen para la caída de Bashar al Assad”.
El gobierno reacciona
Sin embargo, las autoridades sirias reaccionaron inmediatamente después del atentado. El presidente Assad nombró al general Fahd al Freij, hasta entonces jefe de Estado Mayor, nuevo ministro de Defensa. Él inició sus funciones con una inequívoca declaración del deseo del gobierno de poner fin al terrorismo, las bombas y los grupos armados.
El Ejército sirio expresó su determinación de “limpiar” el país de “terroristas” después del ataque. “El acto terrorista refuerza la resolución de nuestras fuerzas armadas de limpiar la patria de los restos de los grupos terroristas,” dijo en una declaración retransmitida por la televisión estatal. Esta declaración se tradujo en una activa operación de búsqueda dirigida contra los grupos insurgentes en Damasco.
Varios expertos en seguridad dijeron también a varios canales árabes que no era probable que el atentado socavara al régimen sirio.
Uno de ellos es Pierre Jalaf, que encabeza el Centro de Estudios Estratégicos Árabe e Internacionales, con sede en Beirut. Jalaf está lejos de simpatizar con el gobierno sirio, pero se opone en todo caso a la desinformación. Él considera que el ESL tiene en la actualidad unos 7.000 combatientes armados y no es un serio rival para el Ejército sirio.
“El plan del liderazgo sirio es el de destruir la mayoría de los feudos de los insurgentes, cuyo número está estimado en unos 7.000 hombres armados, y controlar las fronteras internacionales. Habiendo recuperado el control del campo alrededor de Damasco, donde el ESL tenía grandes almacenes de armas, salas de operaciones y hospitales subterráneos, el esfuerzo ahora va dirigido hacia Homs, con el fin de pacificar y recuperar el control de los barrios que están todavía en poder de los insurgentes.
Al mismo tiempo, grandes operaciones están siendo llevadas a cabo en la frontera con Turquía, a través de la cual son introducidas grandes cantidades de armas, dinero y hombres en Siria.
“La situación en los rebeldes ha alcanzado un estado de debilidad y dispersión,” dice Jalaf, “pero los opositores que viven en hoteles de cinco estrellas (en París y otras ciudades) están multiplicando sus declaraciones acerca de la “inminencia” de la batalla de Damasco, que será “decisiva”.
Peter Jalaf se pregunta: “¿Son estas afirmaciones realistas?. Parece indudable que el ESL y grupos asimilados están a la defensiva en todas partes y que cualquier seria confrontación con el Ejército sirio les lleva a una derrota sangrienta. Y podemos asumir que el Ejército, asegurado el apoyo ruso y chino, no detendrá su presión mortal”.
Source: Diverso
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